martes, 29 de diciembre de 2015

BALANCE ANUAL

     Termina el 2015 con mejores perspectivas profesionales que el año anterior, y eso es de agradecer dadas las circunstancias económicas del país. Además he podido disfrutar con el trajín de mi último libro, El Penefactor, incluso más que con mi anterior novela y me alegro por ello. Se nota que la experiencia es un grado y que la autoedición con Amazon ha sido mucho más fácil y profesional que la conseguida con mi anterior plataforma.
     En cuanto al blog, como he dispuesto de algo más de tiempo, he podido extenderme en algunas entradas que me interesaban, sin depender demasiado de la actualidad para mantener vuestra atención, y me alegra constatar que año a año se incrementa el número de visitas a este humilde espacio, algo que agradezco enormemente más allá de su cuantía. Y es que me conformo sólo con disfrutar, disfrutar del trabajo más allá del éxito conseguido, porque escribir es un placer, y porque compartirlo con vosotros es todo un privilegio para mí.
     Os deseo por tanto muchos proyectos interesantes para el año que viene, en lo personal y en lo profesional, y que seáis capaces de valorar el camino que empieza, de lo mucho que aún está por venir. Un fuerte abrazo y hasta la próxima. 

miércoles, 23 de diciembre de 2015

ESTABILIDAD POLÍTICA

      Después de las últimas elecciones en España nos vemos abocados a la misma excusa para mantener a raya a los descontrolados, como si la buena política y la economía fuesen siempre de la mano. Y es que estamos demasiado acostumbrados a malos gestores y a malos políticos, y a la dejadez de las autoridades europeas incapaces de fijar unos parámetros mínimos para la inversión pública, tanto en sanidad como en educación, pilares básicos del bienestar, así como en aquello que afecta a la investigación y al desarrollo común de los Estados. Y es que cualquiera diría que parecen más preocupados por fijar unos objetivos de déficit, que en valorar en qué se gasta el dinero y cuál es el retorno de esa inversión, o diciéndolo de otro modo, “permiten que se recorte en todo lo que se crea conveniente siempre y cuando cuadren las cuentas”.
                Ante este lamentable panorama, y evidenciando la falta de voluntad de acuerdo de los partidos políticos españoles, propongo nombrar como Presidente del Gobierno a Chiquito de la Calzada, o a un humorista o charlatán semejante, pues asumiendo como mal menor que los Presupuestos Generales del año 2016 ya están aprobados, y ante la insistencia de la Unión Europea por recortar otros 10.000 millones de euros, bien podríamos utilizar alguna de sus geniales frases para marear al Comisario Europeo de turno, y para estar de elecciones durante un par de años más. “Fistro pecador, por la gloria de mi madre,…, que no tenemos ni para tabaco”.  

miércoles, 16 de diciembre de 2015

PARADOJAS




“Dicho o hecho que parece contrario a la lógica”, de esta manera me atrevo a sintetizar mi perplejidad tras la lectura de este artículo tan interesante en el periódico El País: ¿Cómo piratear tu sistema nervioso?


http://elpais.com/elpais/2015/11/30/ciencia/1448898661_768854.html

          Al parecer un neurocirujano llamado Kevin Tracey, afincado en Nueva York, identifica al nervio vago como el responsable de conectar nuestros órganos vitales con nuestro cerebro para conformar nuestra salud. Y yo me pregunto, ¿quién fue el iluminado que le puso semejante nombre a una parte tan fundamental de nuestro organismo?, es más, ¿desde cuándo se supone que en la naturaleza hay algo accesorio o inútil?

          Y continuando con el artículo:

          “Siempre se había considerado imposible la comunicación entre las células especializadas del sistema inmunitario en nuestros órganos y nuestra corriente sanguínea y las conexiones eléctricas del sistema nervioso”…

          “Y lo paradójico es que no todos los nervios vagos son iguales: hay personas que tienen una actividad vagal mayor, lo que hace que sus cuerpos tarden menos en relajarse tras una situación de estrés… nuestro tono vagal es mayor cuanta más diferencia hay en nuestra frecuencia cardiaca al inspirar y espirar”…

          “Los estudios demuestran que un tono vagal alto ayuda a nuestro cuerpo a regular mejor los niveles de glucosa en la sangre, reduciendo el riesgo de diabetes, derrames y enfermedades cardiovasculares. Un tono vagal bajo, sin embargo, se asocia a inflamaciones crónicas. La inflamación, que es parte del sistema inmunitario, ayuda a que el cuerpo sane después de una lesión, por ejemplo, pero puede dañar órganos y vasos sanguíneos si dura más de lo necesario”...

          “Pero ¿qué pasa con aquellos que tienen un tono vagal bajo, aquellos cuya salud mental y física mejoraría si ese tono pudiera estimularse? El tono vagal bajo está relacionado con diversos riesgos para la salud, mientras que las personas que tienen un tono vagal alto no solo gozan de una mejor salud, sino que son también más sanas desde un punto de vista psicológico y social, más capaces de concentrarse y recordar, más felices, menos depresivas, más empáticas y más propensas a tener amigos cercanos”...

          El caso es que me ha parecido uno de los artículos científicos más interesantes que he leído desde hace tiempo, y me resulta ciertamente paradójico que no ocupe ninguna portada de periódico, ni que abra ningún telediario aunque sea de medianoche. Supongo que será cuestión de sensibilidad, y de prioridades, y puestos a malpensar, me temo que lo del “nervio vago” tiene poco predicamento entre la industria farmacéutica, o entre aquellos que consideran la vagancia como un mal endémico de nuestra sociedad. En fin, dejaremos la cuestión en manos de artistas, pensadores y perros-flauta,…, y seguro que ellos nos hacen volar la imaginación.

jueves, 10 de diciembre de 2015

OBRAS MAESTRAS

     El Penefactor, bien pudiera acabar siendo una obra maestra de la literatura universal, aunque con ese título…, me temo que tendré que resignarme a permanecer escondido en alguna estantería y a pasar vergüenza cada vez que alguien me pregunta sobre el argumento de tan disparatado libro.
   Bromas aparte, os explico que estoy recopilando algunas obras paradigmáticas de la arquitectura contemporánea para mi página personal de Pinterest, y en ese intento me ha vuelto el cosquilleo que sentía al tomar contacto con muchas de ellas en la universidad, o cuando años después tenía la oportunidad de contemplarlas in-situ en alguno de mis viajes. La sensaciones que experimentaba entonces al recorrerlas son equiparables a la de entrar en un templo religioso, pero sin la parafernalia del fervor y de la ostentación, con esa mágica envolvente de la genialidad de sus autores, donde es imposible prescindir de alguna de las partes sin arruinar el conjunto. Simplicidad y originalidad, con una indudable aportación a la Historia del Arte y del conocimiento, pienso que son las claves de su éxito.
                Muchos son los atributos de este tipo de obras, y muy dispar el parecer de la crítica y del público aficionado, no en vano se suele confundir la espectacularidad de las formas con la verdadera grandiosidad del proyecto, sin tener en cuenta otros condicionantes,  como el lugar, la economía de medios disponible, las limitaciones de espacio, las dificultades técnicas, o las tendencias estéticas que pueden provocar incluso incomprensión en el momento. Todos esos problemas han de convertirse en virtudes en manos del genio creador, que los resuelve con solvencia hasta lograr una maravillosa fluidez, la de unos espacios forjados a base de luz y de sensibilidad que es la base de la gran Arquitectura.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

LOCUACIDAD

     Comienza otra campaña electoral en España y parece que la capacidad de verborrea de los nuevos candidatos cotiza como valor al alza, incluso más allá del discurso programático de sus formaciones políticas. Así que se esperan muchas ocurrencias, un buen puñado de batallas dialécticas y algunas propuestas imposibles. Mientras tanto los partidos tradicionales tratarán de aguantar bien el tipo, encajando los golpes como puedan, porque si la cosa pinta mal, tampoco tendrán reparos en refugiarse en el miedo para evitar la primera línea del debate.
                Hablar y hablar, ese es un mal de un país que apenas escucha, acostumbrado como está a la jerarquía como excusa para evitar la confrontación, de esos que imponen sus criterios desde su atalaya, prepotentes y falsos. Más os valiera emplear tanto vaivén de carretera en oír a la gente que sufre, y a los que tienen algo que aportar desde su ingenuidad, como si fuera posible cambiar una sociedad conformada por gente inmensamente privilegiada.

                Hablar y hablar, también de unos medios de comunicación poco plurales y de unos empresarios poco respetuosos con la voluntad popular, endogámicos ambos, formadores de ciudadanos adocenados y sin iniciativa propia, y así nos va, hablan de futuro y entre todos no somos capaces de retener el talento de la gente que se marcha del país, ni valorar la titulación universitaria de infinidad de trabajadores, obligados a maquillar su currículum personal para no ser descartados en una simple entrevista. En fin, muy triste el panorama que nos espera, pero sigamos hablando de izquierdas y derechas para distraer nuestra atención.