miércoles, 12 de marzo de 2014

LEJANÍAS


     Más alto, más rápido, más fuerte,….., así nos marcan el camino desde que nacemos, creyendo en vano que alcanzaremos alguna meta. Luego, con el tiempo, te das cuenta de que no merecía la pena tanto esfuerzo si es que no lo has hecho con ilusión. El amor, la vida, la literatura, la creación, pueden ser enormemente gratificantes, lo tienen todo para compensar la mediocridad que nos rodea, pero se convierten en un tormento cuando la dedicación no se ve recompensada. El objetivo no puede ser vender más libros, ni tener más éxito, sólo debería consistir en poder mantener la ilusión, del que sueña con un espacio interminable por recorrer.
Por suerte vuelvo a sentir esas sensaciones, al mirar a la lejanía, ya sin molestias en mis rodillas, como cuando corría medias maratones,  pendiente de superar mis tiempos y de escuchar a mi corazón, doblegando mi apatía, con las ganas de quien empieza de nuevo, pretendiendo cinco minutos por kilómetro, cuatro, tres,…., resistiéndome a desfallecer. Carretera y cielo azul, espacio interminable para la condición humana, en eso estoy, y en eso seguiré.