Circunstancias
profesionales me acercan a las playas del Mediterráneo, en un entorno casi paradisíaco,
en el que he vuelto a tener un contacto exhaustivo con la gente. Las tertulias
de bares y el contacto con el público son gratificantes en la mayoría de los
casos, y enriquecedor, en la medida que se interconectan pequeñas historias
entrelazadas de gente de paso, incluso yo me siento así detrás del mostrador,
viajero y errático, efímero; hasta el punto que he estado tentado de dejar
referencia de mis datos personales a más de uno, pero luego, recapacitando, lo he
dejado correr, animado por la necesidad de incertidumbre, de aquella mágica experiencia
de poder reencontrarnos en cualquier parte, bajo cualquier circunstancia, en cualquier
playa paraíso, o donde quiera que el azar nos lleve.
miércoles, 24 de julio de 2013
martes, 9 de julio de 2013
PERFIL PÚBLICO
Pocas cosas hay que me tome menos en serio que mi perfil
público, supongo que después de leer a Kundera y sus divagaciones sobre la
inmortalidad ridícula, ya empecé a dar por sentado que lo mío tendría que ser
la trivialidad. De hecho ya empecé temprano, me obligaron a hacer un test de
inteligencia en el instituto y tuve la habilidad de sacar la peor puntuación
posible de la clase, ¿para qué iba a esforzarme en algo en lo que no creía?,
luego en la universidad, me alejé de lo que venía siendo un expediente
brillante y premeditadamente me convertí en un perfecto inútil, que si me coge
el Wert me saca a hostias de la carrera con total merecimiento, con tanto
dinero y talento despilfarrado. Lástima que el tiempo me haya dado la razón,
pues ser arquitecto en España viene a ser hoy en día un sinónimo de fracaso
social, al menos por unos cuantos años, y eso que me llevo por delante.
La cuestión es que vuelvo a sentir la necesidad de
replantearme lo de mi perfil público, porque el trabajo manda y no es posible
eternizarse en la vida contemplativa, así que me disfrazo de persona sensata y
cabal, y si no fuera porque he trabajado en casi cien empresas, montado un
blog, escrito un libro y varios relatos, y ganado algún premio que otro, podría
incluso presentar un relato coherente en mi currículum. En fin, que siempre me
quedará el facebook y el linkedin para mentir a conciencia, y que está en
vuestras manos no creer en nada de lo que digo, que las apariencias engañan, no
lo olvidéis.
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