lunes, 19 de noviembre de 2012

INCÓGNITAS






 

     El otro día me pasé por el ecoparque para reciclar algunos aparatos electrónicos y he de reconocer que tuve un mal presentimiento, máxime cuando tenía que dejarlos en uno de esos contenedores que acostumbran a transportarse en barcos de gran calado; porque no quería pensar mal, pero después de ver un documental de la 2 en el que se denunciaban las malas prácticas de algunos países “civilizados”, que con la excusa de ayuda al desarrollo enviaban chatarra electrónica a determinados países africanos, me puse en el peor escenario y por un momento me sentí copartícipe de tal fechoría.
     No sé si es mucho pedir que se detalle el destino de nuestros desechos, desde luego no estaría demás que alguien nos diese alguna explicación al respecto, al igual que sería bueno que más de uno viese las consecuencias de enviar electrodomésticos inservibles a países en desarrollo, ya que lo único que se consigue es tener un problema medioambiental de primer nivel, además de un problema sanitario con todos aquellos que se dedican a desguazar los aparatos y a quemarlos para obtener el cobre y demás metales de valor. El caso es que dejé mis cacharros en el contenedor y le hice una foto para compartirla en este blog, no sé si por la mala conciencia o para remediar el mal causado, quien sabe, desde luego me prometí resolver mis dudas la próxima vez que visitase el ecoparque, porque no quisiera ser cómplice de una barbaridad semejante.

lunes, 12 de noviembre de 2012

COMPETITIVIDAD




COMPETITIVIDAD

Parece que en España el nivel de los salarios es ya similar a la pensión media y a la retribución por desempleo, por eso más de uno pensará que ya está encaminada la senda del crecimiento y el aumento de competitividad, pero luego la realidad es tozuda y va por su propio camino. Yo suelo comparar el tema con los objetivos para mejorar la calidad de la educación, porque por muy buen modelo educativo que se tenga, o se ponen los medios suficientes y se incide en la motivación de todos los integrantes del sistema, o las reformas sucesivas no sirven para nada. En el terreno laboral más de lo mismo, si no hay suficiente inversión en tecnología, si no existen expectativas profesionales adecuadas y si no se promueve una conciliación familiar y laboral con unos horarios racionales, difícilmente se va a conseguir la motivación necesaria de los trabajadores, por mucho látigo o por mucha crisis que tengamos encima.
En cuanto a las empresas, nos encontramos con las mismas rémoras que de costumbre, falta de planificación a largo plazo, y por consiguiente de inversión, formas de hacer negocio poco edificantes, bien porque se reúnen cuatro amiguetes que tienen acceso a los recursos públicos y lo mismo te hacen un aeropuerto que te privatizan un hospital, pero todo por el bien de la comunidad, claro; y otro sinfín de malas prácticas que conducen a que se acabe politizando determinados ámbitos que debieran regirse más por criterios económicos y de gestión, porque puestos a decir barbaridades, me temo que eso de la competitividad se quiere para determinados ámbitos, para el rollo ese de la exportación y de las multinacionales, porque a más de uno que se le preguntase te diría que "mi cortijo que no me lo toque nadie".