lunes, 30 de julio de 2012

FRAGMENTOS-REFERENCIAS DE LA MEMORIA 3

     Necesitaba que Beatriz regresara junto a mí y que empezara a creer también en mis sueños, sacarla de aquellas calles desiertas sin significado, sin pasado, muy lejos de lo que un día soñó en voz alta junto a mí, para que me acompañara a mi ciudad, a mi viejo barrio, para ayudarla a perderse en él, a descubrir sus calles, sus plazas y sus parques; a tropezar con lo inesperado y sentirse indefensa, a descubrir que la calma no depende de lo permanente, sino de lo efímero, y que nunca se llega al final del camino. Si viniese conmigo la llevaría también a contemplar la librería de Alejandro, para que se reencontrase con un pasado cercano y pudiera volver a creer en la posibilidad de cambiar las cosas, de transgredir incluso nuestra propia fatalidad. A creer en todo lo que seríamos capaces hacer juntos, en todos esos proyectos maravillosos que nos quedaban pendientes por hacer y que con la bendición de nuestro buen amigo Alejandro podríamos retomar. Si regresara a mi casa cualquier noche la invitaría a abrir las ventanas de mi habitación y dejaría que entrase la luz desbordante de las luminarias, para que limpiase de sombras los rincones de mi casa, vieja y fría, y que iluminase su cara, dulce y  hermosa, entonces volvería a enamorarme, a cada instante, con cada gesto iluminado. 

lunes, 23 de julio de 2012

PASEN, VEAN Y DISFRUTEN DEL ESPECTÁCULO

          Recupero la imagen del inicio de la campaña electoral española para retomar el análisis de la actualidad económica europea. Me da la impresión de que cambian los actores pero que siguen los mismos argumentos esperpénticos y proféticos, como si tuviéramos que confiar en el bienhacer de determinados personajes que presumen de saber lo que hay que hacer en este incendio que ahora mismo se nos va de las manos.
            Haciendo un paralelismo con la evacuación de un edificio, lo primero que habría que reclamar del sistema es un buen sistema de compartimentación para que el incendio no se propague de una zona a otra, los cortafuegos parecen claros pero nadie está dispuesto a poner el dinero suficiente, así que llegados a este punto esos mecanismos no sirven para nada. Lo segundo es disponer de una buena señalización que permita una fácil identificación de las salidas para la correcta evacuación del edificio y así evitar el pánico, pero dado lo avanzado del incendio las salidas están contaminadas y la asfixia financiera amenaza con confundir a todos los presentes. Por último sería necesario reclamar un buen sistema de extinción contra el fuego, pero si el BCE no quiere ejercer como tal sólo podemos confiar con que aparezca algún iluminado con algún extintor que nos de la sensación de que las llamaradas no pueden extenderse sin control por todo nuestro edificio.
            Abandonando la similitud entre lo que está sucediendo y la película del Coloso en Llamas, querría insistir en aquello que parece obvio: “si no hay mecanismos de solidaridad la cohesión social o económica entre pueblos no tiene ningún sentido”, así que propongo que se dejen de milongas de una vez para no hacernos perder más el tiempo con eso que llaman construcción europea y pongan carteles de “sálvese quien pueda”, que por lo menos podremos disfrutar de un buen espectáculo mientras nos tiramos todos de los pelos.

domingo, 15 de julio de 2012

FRAGMENTOS - EL TESTAMENTO

     Antonio y Teresa entrelazaron sus vidas y se prometieron amor eterno. Ambos anhelaban una familia numerosa, tres o cuatro criaturas de hermoso aspecto y de buen corazón. Serían los portadores de grandes pensamientos, u­na cadena en la tradición familiar, sin lugar a dudas, el mejor exponente de la capacidad mecánica del ser humano. Al primer niño le llamaron Moisés, en honor al abuelo. El bebé tenía las manos grandes y Antonio comprendió enseguida que sería un buen trabajador de la construcción. Al segundo, una niña, le pusieron el nombre de María, al tercero Alejandro, y por último, al pequeño, le pusieron Antonio, como su padre. Todos juntos formaron una unidad comple­ta, una familia organizada de seres vivos en torno a un sueldo. La misión di­vina ya estaba satisfecha, Antonio ya podía descansar tranquilo.

lunes, 9 de julio de 2012

ACTUALIDAD

     Ahora que entramos en el veranito me entra la tentación de programar una serie de entradas para lo que resta de mes y desvincularme así de horarios y de una buena conexión de internet. Sería incluso fácil hablar de temas de actualidad con absoluta garantía de que no voy a ir muy desencaminado. En la cuestión doméstica más de lo mismo, Rajoy alias “El Recortador” irá cogiendo la tijera para seguir haciendo méritos ante sus socios europeos en su enconada lucha contra el déficit, por decirlo finamente, porque si llamásemos a las cosas por su nombre diríamos que más bien trata de hacerle el trabajo sucio a esos cuatro ricachones que se reúnen de cuando en cuando para escandalizarse del despilfarro que supone mantener a una suerte de muertos de hambre manirrotos y haraganes que tienen por costumbre habitar nuestro planeta.
            En lo internacional, aparte de convulsiones varias, conflictos de intereses y dejadez solidaria, abundaremos en la resolución de la crisis con todas nuestras mejores intenciones; que si la energía “ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”, en términos de riqueza deberíamos hablar de que “sólo cambia de manos” y que con un poco de suerte aparece algún buen Robin Hood que pone algo de orden entre tanta avaricia que nos rodea.
            Pues bueno, que me voy a poner el piloto automático durante unos días para relajar las neuronas, y espero que mientras tanto los que me leéis paséis un buen verano, que con la que está cayendo falta nos hace a todos descansar y recargar un poco las pilas.

lunes, 2 de julio de 2012

FRAGMENTOS - TRANSICIÓN A LA NADA 2

     Ella refunfuña y se queda tendida en el suelo. Me agacho y le acaricio el pelo, me resulta enternecedor la fragilidad que demuestra cuando bebe. Le ayudo a levantarse y la abrazo, ella se deja encerrar y se queda callada. Mira hacia el mar por encima de mi hombro, pero sin decir nada. Tengo la impresión de tener entre mis brazos la vida que me falta, todo lo que soy y lo que he sido. Ella ha ido recogiendo mil detalles sobre mí, defectos, anécdotas, desesperación y alegría; las ha ido recopilando pacientemente, como un buen coleccionista, y las ha amalgamado en una especie de figura de cera, que se derrite con el calor y que se afianza con el frío y el paso del tiempo. Me asusta perderla, pero más me asusta que se desvanezca junto a mí, junto a una persona que nace cada vez que muere. La dejaré marchar, como hago con todo lo que quiero y que no puedo retener.