domingo, 29 de enero de 2012

TRAYECTORIAS

Hay infinitos caminos posibles y otras tantas encrucijadas. A veces optamos por unas elecciones que con el tiempo se convierten en decisiones equivocadas y en otras ocasiones simplemente acertamos con lo que se supone que es nuestra buena trayectoria. En mi caso es más errática de lo que quisiera, quizás forzado por las circunstancias y por la necesidad de explorar nuevos horizontes que me ayuden a calmar mi ansiedad.
            Esta semana ha sido intensa en reflexión, no sólo porque esté acabando mi primera novela, sino también porque se han producido algunos acontecimientos inesperados. El lunes era el aniversario de la muerte de mi abuela, ya hace un año de que falleciera en mi casa, y por si eso no fuera poco el martes me enteré del suicidio de un buen amigo de la infancia, Juan Manuel González Lumbreras, un excelente intérprete de oboe y una mejor persona. En ambos casos con el infortunio de creer que no habían encontrado su espacio vital en este mundo.
            Recuerdo que de pequeño acompañaba a mi amigo tristemente fallecido a sus estudios de música, incluso recibí algunas clases compartidas de solfeo, luego él comenzó a progresar y continuó por su camino, en diversas orquestas, con una beca en Alemania, ganando infinidad de premios como concertista de oboe, premio europeo de cultura, etc, etc. De vez en cuando nos volvíamos a ver y me contaba sus andanzas, también su enorme esfuerzo por ubicarse, mental y profesionalmente en algún lugar. En España la música clásica es minoritaria, por mucho que se esfuercen determinados políticos en promocionarla o en significarla mediante grandes auditorios o grandes orquestas, por eso le resultaba difícil ubicarse aquí, incluso siendo un concertista de élite. Le ofrecieron diversas posibilidades para quedarse en este país, pero las fue descartando sucesivamente, la última en Valencia, porque consideraba que el proyecto que se estaba gestando era inviable, por los altos sueldos que pagaban y por la escasa tradición de ópera que existía en la ciudad. Después descubrí que tenía fascinación por la cultura japonesa y que su intención era conseguir plaza en la orquesta de Tokio. Así que no tardó en irse a vivir a Japón y en conseguir una plaza estable en aquella orquesta.
            Pasó un tiempo hasta que nos volvimos a ver, hace unos meses me lo encontré de nuevo por España, estaba de baja por una lesión en la espalda que le impedía tocar. Vagaba de médico en médico tratando de recuperarse sin encontrar una solución definitiva. Le habían dado un plazo de un año para reincorporarse a la orquesta y pensé que su situación de momento no era preocupante, no era la primera vez que le pasaba y además le vi con buen ánimo.
Lo cierto es que este martes pasado me sorprendí con su muerte y me puse a pensar en las posibles motivaciones de su suicidio. Realmente no sé por qué lo hizo, sé que tenía mucha determinación y que tenía excusas para poder hacerlo, pero sólo él, y quizás su familia, sepan las verdaderas razones. No me importa demasiado conocerlas, lo único que me entristece es la ausencia que deja y el convencimiento de que nunca encontró su sitio.
Sea como sea, al igual que mi abuela Carmen, descansen en paz.  

lunes, 16 de enero de 2012

FRAGMENTOS-REFERENCIAS DE LA MEMORIA2

     Nada había cambiado con el paso de los años, todavía mantenía una visión idílica del pasado, como si la vida desde entonces hubiese sido infructuosa y vacía. Aún no me había mentalizado de que una mayor sensación de cansancio requería también una mayor dosis de esfuerzo para alcanzar idénticas cotas de satisfacción; por ello envidiaba la fácil alegría que me había acompañado durante aquellos años junto a Beatriz, en los que había podido ser consciente de mi liviana y despreocupada vida, y en los que no había tenido mayor responsabilidad que la de procurar que mi existencia fuera emocionante y placentera.

lunes, 9 de enero de 2012

MOVIMIENTOS

     No pertenezco a una generación cultural reconocible porque realmente podría adscribirme a cualquiera. Crecí con los clásicos y de vez en cuando voy intercalando lecturas de autores modernos. Musicalmente crecí en los ochenta, arquitectónicamente en los noventa, la pintura me llegó tarde, justo cuando comencé a visitar los grandes museos de Madrid, Londres y Nueva York, luego me quedé con las ganas de entrar en El Louvre de París, pero ya habrá tiempo de ello, la estancia fue corta. Ideológicamente no me identifico con ninguna tendencia dominante, tal vez porque me considere un poco ácrata, lo del capitalismo tampoco lo llevo bien, si entendemos que la acumulación de riquezas se aleja bastante de cualquier concepto libertario. En fin, que según mis influencias puedo ser catalogado como un ser completamente previsible.
            No me gustan las etiquetas fáciles, lo de establecer límites por generaciones me parece algo burdo y simplista, prefiero hablar de movimientos que trascienden más allá de la linealidad de una época concreta. Echo de menos movimientos artísticos e ideológicos, especialmente en épocas de crisis como esta, porque parece que no queremos enfrentarnos con la realidad, ni tan siquiera huir de ella. Me gustaría fundar algún movimiento, aunque no me sienta capaz de hacerlo, o por lo menos aspirar a dejarme llevar por alguno de ellos. Lo importante es empezar a moverse, sea como sea, porque ya tendremos tiempo de detenernos y de pasar al olvido.

domingo, 1 de enero de 2012

BUSCANDO EDITORIAL

     El año 2012 comienza con objetivos inmediatos, entre otros el de encontrar cauce al libro que estoy acabando de perfilar. Bubok es mi primera opción, me agrada la accesibilidad y la libertad que posibilita un e-book, no obstante, quizás como todo autor, también me gusta lo tangible, el soporte físico que puede convertirse incluso en arma arrojadiza de mi propia vanidad. El hecho es que me apetece tantear las posibilidades que me ofrecen las distintas editoriales, incluida Bubok, y ver hasta donde puedo llegar. Luego el tiempo dirá si alcanzo algún objetivo o si sólo consigo ser el protagonista de una hermosa y efímera aventura.