martes, 26 de julio de 2011

DE VACACIONES

Sí, de vacaciones virtuales dado que este año no puedo irme de viaje porque la asignación presupuestaria del paro no da para más. Una lástima, supongo que tendré que echarle la culpa a Zapatero, porque puestos a dar dinero por estar desempleado, tal y como apunta el simpático de Duran i LLeida, ya podrían haber dado un cheque-viaje o un bono-hotel para los vividores que tenemos la suerte de estar mano sobre mano. Pues eso, que me voy “pa los Cai” como dice mi mujer, a tomar manzanilla y pescaíto frito, aunque sea en una recreación virtual en el blog. Espero que en este pequeño descanso en esas maravillosas tierras andaluzas pueda recomponer las neuronas ya carbonizadas por este calor insoportable. Hasta pronto y nos vemos a la vuelta.

martes, 19 de julio de 2011

MEMORIA HISTÓRICA

La persona que aparece en la foto es Carmen, mi abuela, que falleció en Enero de este año. El sábado 16 fue el día de su santo y me acordé de muchas cosas, entre otras cosas de los momentos muy complicados que vivimos en vida. Ella no tuvo una existencia fácil, fue viuda de guerra y con un niño de por medio tuvo que salir sola hacia delante. Luego abandonó su Galicia natal para venirse a Valencia a vivir con nosotros cuando más la necesitábamos. Y ya no volvió a su tierra, y a pesar de eso nunca la vi desfallecer, ni rehizo su vida con otra persona, ni me comentó nada al respecto de la muerte de mi abuelo y en qué condiciones murió, porque parecía muy reservada para las emociones y porque parecía querer olvidar el pasado. Ella sólo es un ejemplo de los muchos silencios que me rodean y que quiero romper.

            El otro día cené con una buena amiga y me comentó que andaban buscando el rastro de su abuelo muerto tras la Guerra Civil, en su caso fallecido en una cárcel supuestamente por autolesionarse. ¿Qué decir al respecto? Pregunté si había encontrado colaboración al intentar recomponer su memoria, pero me dijo que no, y que más allá de opiniones políticas ella sólo quería saber quién fue y en qué condiciones murió. Silencios y más silencios que poco a poco logra vencer con demasiado esfuerzo. Hace ya más tiempo hablaba con otra buena amiga y me comentaba que su abuelo muerto cuando la guerra estaba todavía desaparecido, y que en su familia casi nunca habían hablaban del tema porque abordaban el hecho con vergüenza. Otro ejemplo más que me lleva a pensar que estoy rodeado de muchos silencios y de que hay muchos más casos de los que aparentemente aparecen en los medios.

            Lo cierto es que cada vez me siento más involucrado con el asunto de la memoria histórica, muy a pesar de las personas que recomiendan olvidar el pasado para no azuzar viejos rencores de la Guerra Civil. Supongo que esas mismas personas siguen con sus viejos traumas, pero he de advertir que yo no, y espero que mi generación asuma el reto pendiente de recomponer la memoria histórica de este país, sin traumas ni politizaciones; porque olvidar no es vivir rodeado de silencios, olvidar no es mirar hacia el otro lado, olvidar es superar el pasado y mirar hacia el futuro con esperanza. Así que me sumo a las muchas voces que reclaman respuestas y hago mía una causa que también pudiera ser la de mi abuela Carmen.

martes, 12 de julio de 2011

ESPACIO SIN REFERENCIAS


  Ya entrado en los cuarenta profundizo en mi relación con mi frágil memoria. Recientemente he asistido a una reunión de amigos de la promoción del 71, ciertamente son amigos con los que comparto imágenes y referencias de una época ya pasada, con los que tengo mucho en común y que me alegro siempre de verlos. Aunque cada uno asume las vivencias de una manera muy personal hay algo que nos une más allá de lo evidente, porque siento que todos teníamos cosas por hacer y que pusimos mucho empeño en lograrlas. Algunos las han realizado, otros seguimos en el camino, en el eterno camino que nos empecinamos en recorrer cada día para alcanzar nuestras metas. Fue una cena que dio para mucho, un entrañable momento de conversación que espero repetir. Me alegré mucho de verlos y me alegro de seguir contando con su amistad.
  Bueno, más allá de lo nostálgico, me adentro en la razón que me invita a reflexionar en esta ocasión. Tal y como apunto en el título de este artículo me encuentro nuevamente en un espacio sin referencias, lugar al que vienen abocados los que van superando etapas de sucesivas certezas. Pocas quedan, tal vez las que provienen de mis autores favoritos, Homero, Goethe, Voltaire, Nietzche, Kundera y otros muchos que se han ido sumando al camino y que considero también amigos cercanos. Del resto, sólo palabras enredadas.
  "El futuro pasa por mecanismos de equilibrio dentro de sistemas sin referencia", así reza una cita de mi próxima novela, en la que parto de la premisa de que la memoria es uno de esos mecanismos de equilibrio que nos permiten abstraernos de un mundo cada vez más cambiante y desestabilizador. De la memoria me quedo con lo emocional, que si tengo que ponerlo en valor puedo equipararlo al ochenta por ciento de mi vida, porque lo racional sólo es una insignificancia, una estructura heredada que acostumbra a temblar y derruirse. El mundo emocional es el mayor espacio sin referencias de mi vida y también el de muchos, la memoria es el primer paso para el equilibrio, la empatía es otro de ellos; los amigos nos hacen fuertes y sensibles, y la distancia nos aleja de nosotros mismos. Espero seguir siendo consciente de ello y que mis amigos me ayuden a recordarlo. Un saludo a todos y nos vemos pronto.

martes, 5 de julio de 2011

LIBERALIZACIÓN DEL SUELO


Hoy vuelvo a leer los mismos disparates sobre la liberalización del suelo, esta vez por parte del señor Montoro que aspira a ser ministro de economía de este paciente país. Argumenta que si se hubiese producido la liberalización por completo del suelo no hubiésemos padecido una burbuja inmobiliaria. En fin, sin comentarios.
Procedo a hacer una breve sinopsis del proceso de creación de la burbuja inmobiliaria, y para ello hay que conocer el contexto en que se produjo. En primer lugar hay que hacer una mención a la inexplicable contención del precio del dinero durante un largo periodo de tiempo, lo cual produjo que parecieran accesibles una serie de bienes que en otro contexto no lo hubiesen parecido. En segundo lugar hay que tener presente la entrada en el euro y la enorme cantidad de dinero negro que afloró hacia el sector de la construcción, sector que es tradicionalmente opaco, hecho que alimentó la demanda de viviendas y de suelo de una manera completamente artificial. En tercer lugar hay que hacer mención de los cambios normativos, entre ellos la de la ley de Suelo y otras normas semejantes de ámbito territorial, que favorecieron la urbanización de zonas más alejadas y más baratas, con lo cual se alimentó el fenómeno especulativo, es decir se compró a bajo precio con el objetivo de revalorizarlo y ganar más dinero, pues habrá que recordarle al señor Montoro que el suelo no se valora en función de la cantidad de suelo que haya sino por el rendimiento que se le pueda sacar. Por lo tanto, aunque se liberalice más suelo seguirá habiendo suelo que no valga nada y otro que sí valga en función del entorno, de sus proximidades y de otra serie de condicionantes que ahora no vienen al caso y que me aburre explicar. En cuarto lugar hay que hacer mención expresa de los bancos, de los ayuntamientos y de los grupos políticos, que permitieron y se aprovecharon de ese fenómeno especulativo, financiándose y favoreciendo a los intereses particulares que están íntimamente relacionados entre ellos.

ENSALADA GRIEGA


Un fragmento de mi paso por Atenas, una ensalada típica del lugar que me trae muy buenos recuerdos. Atenas es una ciudad maravillosa, una urbe inmensa que conserva el encanto de lo antiguo y que te arrastra al mismo tiempo hacia la modernidad más absoluta. Atenas es un lugar vivo, un crisol de culturas, ruido y paz al mismo tiempo, según decidamos alejarnos o acercarnos a la Acrópolis, cuna de nuestra civilización. Homero está allí, lo reconozco en la gente y en lo desmedido de su cultura, de sus museos y de sus espacios. Y sin embargo hoy enciendo la televisión y no reconozco el lugar que me muestran, asisto a un espectáculo de violencia como si quisieran hacerme entender que todos se han vuelto locos, que la civilización milenaria que arrastran los griegos se ha disipado de repente, que son todos unos tramposos, unos manirrotos y unos corruptos. En fin, más de lo mismo, el sistema necesita ser ejemplarizante con los que se desvían del camino correcto.

            Por aquí, en este hermoso país llamado España vuelvo a oír comentarios comparables a los de la escena griega, como si tuviera que sentirme identificado con esas señas de identidad, como si tuviéramos que esperar no sé qué redención de no sé qué personajes o entidades, en fin, que yo ya no espero nada de esas personas, ni creo en soluciones colectivas, así que sigo trabajando día tras día como si la crisis no fuera conmigo, tratando de superar mis límites personales y esperando mejores momentos. Espero llegar a algún sitio, o en todo caso perderme en cualquiera de mis lugares preferidos.